viernes, 19 de diciembre de 2008

CHISTES CON SABOR SIDRA...



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50 años sin comprar una toalla (continuación)

En que iba, íbamos en la “rally” para ver las cabañas (“ranchos” con el techo de paja, que por cuestiones socio - turísticas ese nombre esta descartado en la actualidad) que alquilaríamos (Mona es contadora publica nacional y no puede con su genio, tiene necesariamente que conocer todas las propuestas del mercado y además compararlo con propuestas de países vecinos, además de establecer una estadística etc., para decidirse) ella llevaba el mate y yo el termo.

Nota: MATE: infusión o bebida que se acostumbra a tomar en la mesopotámica Argentina, en Uruguay, Paraguay y el sur de Brasil, por medio de un sorbete (bombilla) y un Porongo (tiene muchas acepciones este termino, mejor que no lo usen cuando vienen a la Argentina, a no ser que estén MUY desesperadas/ os.)

Trataba de “cebar” unos mates en el auto con mi mano disponible sin quemarme las “humanidades” (el mate se “ceba” con el agua caliente, pero ojo, no hirviendo, solo los cordobeses lo toman así, además de ponerle yuyos (hiervas) cáscaras de naranjas y ginebra al agua…bárbaros!!!) y pudimos hacerle estudio de las ofertas, precio ,calidad y COMODIDADES, acá viene el “quid” del relato…ninguna (por lo menos de las que vi y vi muchas) estaba adaptadas para discapacitados.

Bueno..., estas cabañas, bungaloes, ranchos de fin de semana, en sus inicios eran para albergar turismo internacional de aventura, pescadores y cazadores llamados por la fauna del lugar, después se puso de moda” vacacionar en la costa”, sobretodo cuando la fauna no llamaba más, estaba herida de muerte y había empezado (o continuado) la crisis económica y a Miami ya no se podía viajar (una verdadera pena,… tener que vivir de un trabajo).

Por eso insto a todos los empresarios del sector, a que saquen la guita (dinero) del colchón, e inviertan (que nos es mucho) adaptando las CABAÑAS para discapacitados, también tenemos derecho a el sol, a la naturaleza (antes que la acaben, definitivamente) y a darnos un “refrescón “en la pileta, acompañados de nuestras familias y nuestros seres queridos, el perro, el loro y “LA” Mona también.


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