50 AÑOS, SIN COMPRAR NI UNA TOALLA…

Es cierto, por más que ustedes piensen que soy un avaro, un roñoso o mugriento (sucio) o cualquier otra cosa, la cosa pasa por que, no tuve necesidad, siempre estaban en el baño, me las regalaban o las heredaba…esto viene a colación porque tengo que comprar una.
De chico, iba de vacaciones y llevábamos un toallón (toalla muy grande) que se tenía guardada todo el año entre “bolitas de naftalina”, apestaba...en fin, eran otras épocas. O sea, que dicho toallón lo único que hacia era irse de vacaciones, hasta que en un día fatal, se convirtió en toalla de mano por una plancha.
Y dirá usted, para que oblar (pagar) en semejante gasto (en una toalla) porque…por que quiero ir de vacaciones, quiero salir de entre las ”bolas de naftalina”.
Santa Fe es… muy cálido, casi hasta la asfixia, no estoy exagerando, solo hay que ir por la Peatonal en vaqueros (jeans) al mediodía, para darse cuenta que uno estaría mejor en cualquier otra parte del globo terráqueo.
Entonces “cayó” mi amiga Mona, me narró sus experiencias de viajar sola por este mundo aterrador, no tuve mas remedio que acceder a acompañarla, como no podía ser de otra manera en un caballero hemipléjico, pero caballero al fin.
Esta zona esta rodeada de ríos, también de mosquitos, pero el paisaje es lindo, lo que se denomina “la costa”, Rincón, Cayastá, Santa Rosa de Calcines, etc.; en un marco de exuberante belleza natural (parece una propaganda turística y después de todo lo es, se los recomiendo)
Nos decidimos a pasar las vacaciones allí, entonces… CONTINUARA