Empezando por el principio, he de decir, analizado mi profesión, mi edad, mi estado civil, mi situación económica que, por antes visto, soy un inmaduro.
El mundo se puede cortar las venas por este hallazgo o no, porque esta bastante acostumbrado a esta situación, pero como me siento el centro del universo, y nadie me puede demostrar lo contrario, a no ser un inmaduro como yo, es una frase realmente importante para el devenir de mis días.
Todo esto viene aparejado, con una nueva o vieja terapia (según conozcas más o menos de historia universal) que sostiene que la mente programa sus enfermedades para el cuerpo, para así escapar de las responsabilidades, o acciones que pongan en riesgo su integridad…que le dan cagazo, en otros términos.
Pese a lo loco que parezca o lo distante que esta de la medicina
Occidental, debe tener algo de cierto, porque yo con ACV (ataque cerebro vascular) realmente no tengo que soportar las presiones del pago del almacén, del trabajo, de mi ex mujer, la sociedad de fomento y demás instituciones.
Me liberé de responsabilidades…claro, a un costo un poco caro, por lo menos para mí, (analizándolo según esta teoría) lo que no me cierra, es si los otros tienen responsabilidad o no, Martines de Hoz, Cavallo, el almacenero, la compañía Malboro etc.
En conclusión me digo, a mi mismo, la culpa es mía (que no es lo mismo, que repetir 3 veces por mi culpa, que me suena a cuando tenía que hacer mi primera comunión) y no echo la culpa a nadie más que a mí, podéis dormir tranquilos, que de mi no hay acusaciones…me imagino el desahogo que sienten.
Pero, ¿qué hago con esta culpa, que pesa como un collar de sandias?, ¿dónde la meto?, me voy a culpar siempre hasta que Dios decida o la municipalidad decrete una ordenanza, voy a andar con una mochila llena de piedras por el camino de cintura por ignorante (esta bien que yo haya interpretado el papel de Peter Pan en la primaria) pero no sabia…..lo aclaro NO SABIA, y ahora pude saberlo, o sea , las culpas, como todo pescado podrido se tiran al tacho de la basura, previo un broche de la ropa, en la nariz, para no sentir el mal olor.
Ahora a seguir viviendo sin miedos, y tratando en lo posible de hacer feliz a los demás…después de todo no son tan malos.
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